Saca Bollos

Con el transcurso de los años pudimos advertir que reparar la carrocería de un automóvil demanda tiempo y fundamentalmente dinero. A su vez una reparación mal realizada, es decir detectable bajo una mirada cargada con una modesta experiencia, hace que pierda sensiblemente valor de reventa.


Esta consideración origino que nos capacitemos a fin de reparar abolladuras sin dañar la pintura del vehículo, siempre que sea posible, trabajando con las últimas tendencias en el rubro sobre desabollado.


A su vez disminuye considerablemente el tiempo de reparación y podrá –a la hora de desprenderse de la unidad- demostrar que nunca fue repintado.